Dr. José María Lloret – Cirugía Vistahermosa
La diverticulosis es una enfermedad que afecta fundamentalmente al colon en su parte izquierda ( sigma) caracterizada por la presencia de bolsas o sacos que protuyen hacia el exterior del mismo.
La mayoría se originan por el aumento de la presión interna del colon que hace que las capas internas se vayan debilitando y prolapsen a través de los puntos mas débiles con la consiguiente dilatación.
Es una patología muy frecuente en los países occidentales y aparte de factores genéticos , la dieta pobre en fibra es una causa importante para su formación.
Afecta al 30% de la población mayor de 60 años y a más del 70 % a partir de los 70 años.
La mayoría de pacientes no presenta síntomas, tan sólo el 10% consultarán por molestias digestivas vagas tales como dolor en el lado izquierdo del abdomen, gases, hinchazón y alteración de la frecuencia de las deposiciones; éstas molestias aumentan tras las comidas y se alivian con la defecación o el ventoseo.
Establecida la sospecha de enfermedad diverticular, el diagnóstico puede ser radiológico o endoscópico, bien con un enema opaco o a través de una colonoscopia, la cual nos permitirá descartar otras patologías tales como tumores, pólipos, etc.
Si el paciente tiene síntomas, la dieta rica en fibra ejerce un efecto protector sobre la misma si bien la asociación de dieta con rifaximina (400 mgrs al dia , 7 días al mes) ha demostrado una clara mejoría sintomática. El uso de probióticos tipo Lactobacillus también puede ser de ayuda en la prevención de la recidiva.
La diverticulitis es la inflamación de uno o mas divertículos y es su complicación más frecuente.
Ocurre en el 10 – 25 % de los pacientes y la sintomatología es dolor agudo en el lado izquierdo inferior del abdomen (fosa ilíaca izquierda), se le conoce también como la “apendicitis izquierda” y se acompaña de fiebre y alteración de episodios de estreñimiento y diarrea así como náuseas y vómitos.
Ante la sospecha de un proceso agudo, el paciente se somete a un protocolo de estudio en urgencias compuesto por exploración física minuciosa, analítica de sangre y TAC abdominal; con estas tres pruebas, la fiabilidad diagnóstica es muy alta (92-98% ) obteniendo la información necesaria para el correcto tratamiento. Esta va desde un proceso leve (el más frecuente) hasta formas más graves, algunas de las cuales precisarán intervención quirúrgica urgente.
Si el cuadro es leve y el paciente reúne unos criterios concretos (no aplicable en senilidad, diabetes, insuficiencia renal, inmunodeprimidos, etc) el tratamiento se hace en domicilio con dieta liquida, antibióticos y analgésicos, con instrucciones muy claras respecto al seguimiento de su proceso y las citas posteriores para el control estricto de la enfermedad.
Los casos más graves precisan ingreso hospitalario con reposo digestivo, sueros, antibióticos intravenosos y analgesia hasta su mejoría que permita la reintroducción de la dieta y el paso a via oral del tratamiento.
¿Cuando operar?
Los criterios para intervención quirúrgica, hoy en día, son individualizados no existiendo una recomendación general para ello.
En nuestra experiencia, la presencia de brotes de diverticulitis muy seguidos, la edad y la presencia de enfermedades asociadas que puedan complicar el postoperatorio, son motivo de indicación quirurgica preferente.
Esta intervención se lleva a cabo por laparoscopia y consiste en la resección del segmento intestinal afectado y la sutura con grapadoras circulares mecánicas de ambos extremos del intestino seccionado.
La estancia postoperatoria varia de 5 a 8 días con recuperación completa a partir de la tercera semana postoperatoria tanto dietética como física y laboral.