Hoy se celebra el Día Europeo del Uso Prudente de Antibióticos, que tiene el objetivo de concienciar sobre el uso adecuado de los antibióticos con el fin de prevenir el desarrollo de resistencias.
El descubrimiento de los antibióticos en la práctica clínica supuso uno de los mayores avances de la medicina. Sin embargo, se ha comprobado que con el tiempo las bacterias pierden sensibilidad a los antibióticos, siendo el uso inapropiado e indiscriminado de éstos uno de los factores que más contribuyen a la aparición de resistencias. Por ello se dice que son los únicos fármacos con efectos ecológicos, ya que con su administración se contribuye a la aparición y diseminación de resistencias bacterianas.
Las infecciones por microorganismos resistentes a antibióticos constituyen una de las amenazas más graves a las que se enfrenta la salud pública, con un gran impacto social y económico. Actualmente mueren al año alrededor de 33.000 personas en Europa y 3.000 personas en España como consecuencia de este tipo de infecciones, y su tratamiento supone un coste añadido de 1.500 millones de euros anuales en Europa y de 150 millones en España.
Si no se toman medidas urgentes y continuamos como hasta ahora, se estima que dentro de 35 años, las infecciones multirresistentes superarían al cáncer como principal causa de muerte, y que se podrían alcanzar 390.000 muertes al año en Europa y 40.000 en España.
Organismos internacionales como la ONU o la OMS tienen grupos de trabajo específicamente dedicados a atajar este problema, que es uno de los desafíos más importantes del siglo XXI. Para la Unión Europea también es una de sus prioridades y ha establecido una estrategia común que en España se ha traducido en la introducción del Plan nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN). En el PRAN trabajan juntos 8 ministerios, 70 sociedades científicas, organizaciones colegiales, asociaciones profesionales y universidades y más de 300 expertos con un mismo objetivo común: combatir la resistencia antibiótica.
Promover la investigación y comercialización de nuevos antimicrobianos es una de las líneas del PRAN y ha sido la solución hasta hace muy poco tiempo del problema de la resistencia antibiótica. Sin embargo, no existen muchas perspectivas en la próxima década del desarrollo de nuevas moléculas, por lo que hay que buscar otro tipo de soluciones que necesariamente pasan por controlar el uso adecuado de los tratamientos antibióticos. Este control en los hospitales se realiza a través de Programas de Optimización del Uso de Antimicrobianos (PROA) que entre sus objetivos se encuentra mejorar los resultados clínicos de los pacientes con infecciones, minimizar los efectos adversos asociados a la utilización de antimicrobianos, incluyendo aquí las resistencias, y garantizar la utilización de tratamientos costo-efectivos.
Los grupos PROA de los hospitales están constituidos por distintos profesionales procedentes de las áreas de enfermedades infecciosas, farmacia hospitalaria, medicina intensiva, medicina preventiva y microbiología, entre otros. El Servicio de Farmacia de la Clínica Vistahermosa colabora activamente en aspectos tales como la selección de los antibióticos que van a utilizarse en el hospital, el uso adecuado de los antibióticos de amplio espectro (que son los más proclives a la generación de resistencias), la validación de las dosis y frecuencia de administración, el ajuste de la dosificación en pacientes con insuficiencia renal, y la monitorización de los niveles en sangre de antibióticos de margen terapéutico estrecho garantizando su eficacia con ausencia de toxicidad.
Porque combatir a la resistencia antibiótica es cosa de todos. Por ello, para terminar, os indicamos qué podemos hacer en nuestro día a día para prevenir este problema:
1. No tomar ni recomendar antibióticos sin consejo médico.
2. Cuando nos prescriban antibióticos deberemos tomarlos con la frecuencia recomendada por el médico.
3. Tomar antibióticos durante el periodo recomendado por el médico, independientemente de la sintomatología (aunque nos encontremos bien, podemos seguir teniendo un foco de infección residual).
4. Prescindir de consejos de terceros en lo referente al uso de antibióticos.