La dermatitis atópica (DA) es una enfermedad inflamatoria de la piel, caracterizada por prurito intenso. Es muy prevalente y con gran alteración de la calidad de vida tanto de los pacientes como de sus familiares. De manera global afecta al 25% de los niños y al 2-3 % de los adultos. Esta prevalencia ha ido aumentando de manera constante en las últimas décadas. La patogenia es compleja en la se combinan factores genéticos y ambientales que alteran la función de barrera de la piel junto a una alteración de la regulación del sistema inmune tanto cutáneo como sistémico. También se producen cambios en la microbiota cutánea.
DIAGNÓSTICO
El diagnostico está basado en criterios específicos que tienen en cuenta las manifestaciones clínicas y la historia familiar.
La dermatitis atópica presenta 3 estadios clásicos:
- Afectación del lactante
- Afectación de la infancia
- Afectación del adulto.
SÍNTOMAS
Lo más característico es el prurito intenso, que suele aumentar por la noche y se incrementa con el sudor o por el contacto con determinados tejidos como la lana. El rascado continuado y el frotamiento son el inicio que origina la dermatitis o eczema que caracteriza a la DA. En estadios avanzados es frecuente observar excoriaciones (erosiones superficiales) y costras hemorrágicas. Cuando el proceso es muy crónico, el paciente presenta placas engrosadas(liquenificación).
CARACTERÍSTICAS
Otras características de la dermatitis atópica es la sequedad cutánea, por la perdida de agua en la capa más superficial de la piel, engrosamiento de los orificios de los folículos pilosos que se localizan principalmente en caras laterales de antebrazos y muslos, aumento de las líneas palmares y plantares, manchas blanquecinas con descamación superficial, dermatitis en labios, que están secos, costrosos y agrietados. Al estar alterada la barrera cutánea es frecuente que la dermatitis se sobreinfecte y se cubra de costras amarillentas y pústulas.
La inflamación aguda es más frecuente en los lactantes con especial predilección por la cara y la parte extensora de las extremidades. La inflamación crónica aumenta con la edad y es habitual la afectación de las flexuras. Conocer el contexto familiar es importante para el diagnóstico. Generalmente hay antecedentes personales o familiares de atopía: rinitis y conjuntivitis alérgica, asma, urticaria… etc. ).
CALIDAD DE VIDA
En cuanto a la calidad de vida en estos pacientes, todos los estudios resaltan que en más del 50% de los casos presentan limitaciones en su vida diaria que afecta a su salud mental. Los problemas de sueño son comunes, en un porcentaje alto evitan la interacción social y las actividades deportivas también están limitadas en estos pacientes.
Las recomendaciones incluyen la utilización de jabones suaves no alcalinos, el uso diario de cremas hidratantes, baño o ducha rápida con agua no excesivamente caliente e hidratar a continuación. Por otro lado se recomienda en general disminuir el número de ácaros en la vivienda, sobre todo en el dormitorio del paciente.
TRATAMIENTO
El tratamiento médico es actualmente muy extenso y varía en función de la severidad del cuadro: corticoides tópicos y sistémicos, inmunomodularestópicos (tacrolimus y pimecrolimus), antihistamínicos, pomadas antibióticas cuando exista infección asociada. Para casos extensos se puede asociar el uso de lámparas de ultravioleta UVB y UVA.
Cuando la enfermedad es severa y responde mal a los tratamientos convencionales se pueden utilizar inmunosupresores como la ciclosporina A, metotrexato o azatioprina. En la actualidad el arsenal terapéutico de esta enfermedad se ha visto ampliado con el uso de medicamentos biológicos que bloquean moléculas específicas que actúan en la patogenia de la DA y que en general tiene un perfil de seguridad aceptable. Otro grupo de moléculas, que inhÍben la vía de las Janus Kinasas se han desarrollado más recientemente y se están empezando a utilizar en los casos más recalcitrantes.
Dra. Carmen Terencio Alemany
Dermatóloga HLA Vistahermosa