El HPV que infecta al cuello del útero (cérvix), es la enfermedad de transmisión sexual más frecuente que existe en nuestro medio. Un 80% de la población ha estado en contacto alguna vez con este virus, siendo la mayoría de estas infecciones transitorias, eliminándose por nuestro sistema inmune (defensas) en cuestión de meses o a veces algunos años sin producir ningún daño en el cuello del útero. Solo un 10% de las personas que se contagian por el HPV no serán capaces de eliminar el virus por sí mismas.
Hay muchos tipos de HPV (serotipos), que se dividen en bajo riesgo y alto riesgo.
Los HPV de bajo riesgo no suelen producir lesiones en el cérvix, pero sí pueden dan lugar en algunas ocasiones a la aparición de verrugas genitales (llamadas condilomas), que se pueden eliminar mediante cremas y soluciones específicas para ello.
Los HPV de alto riesgo, son lo que pueden producir las lesiones en el cuello del útero. Cuando un HPV de alto riesgo no es eliminado por el sistema inmunitario, con el paso del tiempo (normalmente años), se puede producir una alteración en las células cervicales.
Las lesiones cervicales producidas por el HPV se llaman “lesiones intraepiteliales” o CIN, y se pueden dividir a su vez en bajo grado (CIN I) y alto grado (CIN II-III).
Las lesiones de bajo grado suelen desaparecer solas con el tiempo, por lo que de entrada solo requieren seguimiento y control. Si la lesión persistiera con el paso del tiempo o evolucionara a un grado mayor (lesión de alto grado), se plantearía realizar una intervención quirúrgica llamada “conización”, que consiste en extirpar una parte del cuello del útero. Aún así, no todas las pacientes son iguales y cada caso requiere una valoración individual por su ginecólogo/a para decidir la actitud más correcta.
Las lesiones de alto grado es menos probable que desaparezcan solas, por lo que suelen requerir realizar una conización para extirpar la lesión, remarcando también que cada caso se debe evaluar individualmente y algunas veces la actitud puede ser distinta. Si una lesión de alto grado (precancerosa), con el paso de generalmente varios años, evolucionara, se podría convertir en un cáncer de cuello de útero (lesión cancerosa). Por lo tanto, una lesión intraepitelial no es un cáncer. Así mismo, no todos los HPV tienen la misma probabilidad de producir lesiones, siendo más frecuente en el HPV 16, seguido del HPV 18 y del HPV 33. Si usted tiene estos serotipos no quiere decir necesariamente que tenga o vaya a tener una lesión en el cuello del útero, ya que como se ha comentado, la mayoría de infecciones por este virus se eliminan solas sin producir ningún tipo de lesión.
No hay ningún tratamiento para eliminar el virus, por tanto, la prevención es fundamental. Tipos de prevención:
- Primaria: evitar contagiarse por el HPV
• vacuna: se está implementando a los adolescentes menores de 14 años (antes del inicio de las relaciones sexuales). Existen diferentes tipos de vacunas, pero solo van dirigidas a los serotipos más frecuentes y la inmunidad que ofrecen no es del 100%, es decir, que una persona que nunca ha estado en contacto con el virus que tenga puesta la vacuna, es menos probable que se contagie, pero no imposible. La vacuna también se puede administrar a personas que ya tienen el HPV (favorece que se eliminé más rápido el virus y menor probabilidad de un nuevo contagio)
• preservativo: protege contra el HPV pero no al 100%, ya que se puede contagiar por el contacto de genitales y piel de alrededor, es decir, que no es necesario que haya una penetración para contraer el virus. Igualmente el HPV puede contraerse entre personas del mismo sexo
- Secundaria: detectar la presencia de lesiones producidas por el HPV
• citología: es una prueba de cribado del cáncer de cérvix en la que se recogen células del cuello de útero para ser analizadas
• determinación del HPV en el cuello del útero: no es necesario realizarlo a todas las pacientes que acudan a una revisión rutinaria. La necesidad de tomar la muestra o no será evaluada por el ginecólogo/a en función de las características de cada paciente y pruebas complementarias
Por tanto, desde la Unidad de Ginecología y Obstetricia de HLA Vistahermosa os recordamos la importancia de acudir a sus revisiones ginecológicas de forma periódica. El cáncer de cuello de útero se puede prevenir y está en sus manos.