Sangrado uterino anormal - HLA Vistahermosa
Sangrado uterino anormal

Sangrado uterino anormal

  marzo 16, 2020       Ginecología

¿Qué es el sangrado uterino anormal?

Se considera sangrado uterino anormal a cualquier cambio en el patrón de sangrado menstrual o cualquier sangrado que no tenga relación con su ciclo menstrual. Es difícil cuantificar y objetivar cuando un sangrado es excesivo, basta con que la mujer note un cambio en su patrón de sangrado habitual para que consulte por ello y abordar el problema.

El sangrado uterino anormal es un motivo de consulta muy frecuente en las consultas de Ginecología. Puede afectar a la mujer en casi todas sus etapas de vida desde la adolescencia hasta la menopausia, siendo más frecuentes en estos extremos.

Este problema repercute de manera importante en la vida normal de la mujer produciéndole no solo problemas médicos como puede ser la anemia, sino también personales de higiene y sociales llegando en algunos casos hasta producir ansiedad por no tener control del momento y la cuantía del sangrado, mermando así su calidad de vida.

¿Cuáles son las causas?

Las causas son variadas y dependiendo de la etapa de vida en que se encuentre la mujer son más frecuentes unas que otras por ejemplo en la adolescencia suele ser más frecuente la disovulación que son ciclos menstruales sin liberación de óvulo lo que produce un desequilibro hormonal que se refleja en el sangrado irregular; en el grupo de pacientes entre 20 y 40 años son frecuentes los sangrados o manchados por gestaciones iniciales, así como también por procesos estructurales como los miomas, pólipos, adenomiosis; en las mujeres que se encuentran en etapa de perimenopausia y en menopausia se hacen más presentes las neoplasias como pueden ser el cáncer de cuello uterino y el cáncer uterino, aunque también hay otras causas como los problemas de la coagulación o por toma de fármacos, etc. Es importante recalcar que estas causas no son exclusivas de cada etapa de la mujer ni tampoco excluyentes por lo que pueden presentarse no sólo en cualquier etapa sino simultáneamente.

Diagnóstico:

Para realizar un adecuando diagnóstico es imprescindible una entrevista con su ginecólogo repasando los antecedentes personales y patológicos, toma de fármacos, características del sangrado, síntomas asociados, impacto en su calidad de vida, etc. Dependiendo de las características de cada paciente, de sus factores de riesgo y etapa de su vida en la que se encuentre, se valorarán las herramientas diagnosticas necesarias en cada caso. También es imprescindible una adecuada exploración ginecológica con visualización cervical y vaginal (a través del espéculo), además de la exploración abdominopélvica con tacto bimanual.

En aquellos casos en donde la clínica sugiera la posibilidad de anemia o se sospeche de algún problema en la coagulación será necesario solicitar pruebas de laboratorio. Además, en casos seleccionados se puede hacer una valoración hormonal que explique las alteraciones menstruales (p.e. valoración de la función tiroidea, niveles de prolactina, FSH, LH) o descartar embarazo.

La ecografía transvaginal es la primera línea para el diagnóstico de las anomalías estructurales como son los miomas y pólipos. Es posible que sea necesario realizar una biopsia endometrial por aspiración, se busca principalmente descartar causa maligna en aquellas pacientes que presentan factores de riesgo para la misma. Se realiza con una cánula fina que pasa por el orificio externo del útero para tomar por aspiración una muestra de la zona interna del útero (endometrio). Suele realizarse en la misma consulta y en general es bien tolerado por las pacientes.

La Histeroscopia que puede servir como técnica diagnóstica y terapéutica en un mismo acto, es una técnica de segunda línea utilizada cuando el diagnóstico ecográfico no es concluyente, o para realizar biopsia endometrial (que no haya sido posible por aspiración) y para valoración en directo de la cavidad endometrial con biopsia dirigida.

Tratamiento:

Dependerá de la causa diagnosticada, dentro del arsenal terapéutico tenemos:

  • Tratamiento no hormonal, están los Inhibidores de las prostaglandinas (Aines) o Acido tranexámico, aunque son menos efectivos, se pueden usar si la paciente desea gestación. En pacientes que no desean gestación podría usarse el dispositivo intrauterino (DIU) con levonorgestrel o progestágenos vía oral o anticonceptivos combinados (en sus diferentes presentaciones). Actualmente hay gran variedad de estos productos, así como su vía de administración que pueda acomodarse a cada mujer. También tenemos los agonistas GnRH, aunque no son de primera línea como los anteriormente mencionados.
  • Tratamiento quirúrgico (se hacen bajo anestesia)
    √Histeroscopia: se introduce un dispositivo muy fino con cámara a través del orificio del cuello uterino para acceder a la cavidad uterina y comprobar y tratar los pólipos endometriales o miomas submucosos que son con frecuencia la causa del sangrado. También se utiliza para realización de resección endometrial (recogiendo muestra para su posterior análisis), dejando sin mucosa endometrial al útero de manera que no tenga mas sangrados.
    √Legrado uterino: se realiza un raspado de la cavidad uterina de manera que detenga el sangrado además de recoger muestra para su posterior análisis e investigar la causa del sangrado.
    √ Histerectomía: es una cirugía mayor que necesita hospitalización y recuperación más prolongada que las anteriores y consiste en extirpar el útero, es un tratamiento definitivo. Tras el mismo la paciente no vuelve a tener reglas tampoco puede gestar.

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