El mundo entero enmudeció cuando a comienzos de 2020 el Covid-19 pasaba de un continente a otro sin control deteniendo el tiempo a su paso.
Empresas y colegios cerrados, calles desérticas, carreteras vacías… El silencio se volvió habitual, rompiéndose únicamente por el sonido de los aplausos de la gente.
Este parón generalizado supuso que la vegetación creciera y que los animales deambularan por calles vacías. La naturaleza resurgía sin la ruidosa presencia del hombre.
El pasado 26 de Enero se conmemoró el día mundial de la educación ambiental y durante este año tan atípico, el medioambiente ha sido el gran beneficiado: cielos más claros, descenso de la polución, aguas más limpias y cristalinas, mejoras en la calidad del aire en las grandes ciudades… pero todavía tenemos una materia pendiente: el reciclaje de la «nueva normalidad«.
Mascarillas, guantes y todo tipo de materiales que se utilizan en esta nueva normalidad aparecen día a día en calles, parques, bosques, mares y lagos, entre otros muchos. La fauna y la flora se resienten ante estos nuevos atacantes que no tendrían por qué serlo.
Ayudar al medioambiente está en manos de todos y, por ello, animamos a erradicar estas prácticas tan devastadoras que están propiciando que la naturaleza se resienta más aún.
Elementos como mascarillas y guantes no pueden reciclarse, por lo que deben depositarse en los contenedores grises. AYÚDANOS A AYUDAR AL MEDIOAMBIENTE.
Y, recuerda, PLANETA SOLO TENEMOS UNO, CUIDÉMOSLO.
Patricia Verdú Rodríguez.
Área Calidad-Medioambiente.