La cirugía laparoscópica a través de un único puerto es un abordaje mucho menos invasivo que la cirugía laparoscópica convencional.
Consiste en una única incisión de 2 o 3 cm en el ombligo, por lo que hay mucha menos agresión a la pared abdominal y por consiguiente una disminución en la incidencia de hernias e infecciones de la herida.
El dolor en el postoperatorio disminuye y la recuperación es más rápida que con la laparoscopia tradicional, que ya suponía un avance importante frente a la cirugía clásica.