¿Está pasando tu hijo adolescente por una mala racha o necesita ayuda profesional?” 
La adolescencia es una montaña rusa emocional: cambios físicos, búsqueda de identidad, necesidad de independencia… todo se vive con más intensidad. Pero, ¿cómo detectar cuándo una fase complicada se convierte en motivo real de preocupación?
Cristina Sarabia, psicóloga de HLA Vistahermosa, nos recuerda que:
Las subidas y bajadas de ánimo son esperables, pero si se vuelven extremas y permanentes, es hora de prestar atención.Cambios drásticos en sueño, apetito, rendimiento escolar o aislamiento son señales de alerta.Un entorno abierto, empático y sin juicios, combinando límites claros y comprensión, es clave para un acompañamiento saludable.
¿Qué puedes hacer?
Observa si los cambios duran semanas o meses.Escucha activamente sin convertir todo en un problema médico.Y si tu instinto te dice que algo no va bien, pedir ayuda profesional es un acto de cuidado y amor.