Las infecciones respiratorias agudas constituyen las enfermedades infecciosas más frecuentes.
Los niños suelen tener una media de 6 – 8 infecciones al año. Son más frecuentes en los menores de 2 años aumentando estos episodios con la escolarización.
Los principales productores de estas infecciones son LOS VIRUS.
¿Qué sabemos de los “ mocos”?
Los mocos son el filtro para evitar que lleguen impurezas ( polvo, polen, bacterias…) a los pulmones. Se producen en la vía aérea superior ( nariz y garganta) e inferior (bronquios) y es una barrera de protección. También sirven para hidratar la nariz, humedecer el aire que respiramos y regular la temperatura.
Cómo se producen y se eliminan los mocos:
Cuando el virus llegan a nuestra nariz, aumentamos la producción de mocos y los usamos junto con los estornudos para limpiar la nariz y deshacernos de los gérmenes.
Los mocos de la nariz llegan hasta la garganta donde la tos, que es un mecanismo de defensa del organismo, impide que bajen a los bronquios.
Los ruidos que notamos en el pecho de nuestros hijos son ruidos trasmitidos de las vías altas y pueden notarse al poner la mano sobre el pecho y cambian o desaparecen con la tos y al cambiar la postura del cuello.
Los virus también pueden inflamar y aumentar la producción de moco en la tráquea y los bronquios. Esta inflamación provoca “ pitos “ ( sibilancias). Este moco es arrastrado hacia la garganta y con la tos, impulsado hasta la boca donde es tragado.
Hay niños en los que los catarros provocan “sibilancias de repetición” como es el caso de los peques con hiperreactividad bronquial, niños alérgicos o con padres fumadores. Los bebés que han tenido una bronquiolitis también pueden presentar estos episodios los primeros años de vida.
En la mayoría de estos niños los episodios desaparecen a los 5 años y solo 1 de cada 5 tendrá asma de mayor .
El color de los mocos:
Los mocos al inicio de la infección son trasparentes y muy líquidos (goteo nasal continuo) pero si la infección continúa, se hacen más amarillos y espesos, llegando finalmente a ser verdosos.
El color verde, es debido al hierro que hay en una sustancia producida por los neutrófilos (que son las células encargadas de defendernos y destruir los gérmenes).
Es decir, el color verde del moco es el resultado de la lucha entre el virus y las defensas del organismo.
El color de los mocos no indica que el paciente necesite un antibiótico, será la valoración que haga el pediatra quien prescriba el tratamiento oportuno.
Los mocos y la leche:
Muchos padres creen que la leche aumenta la producción de moco. No existen datos científicos que relacionen directamente el consumo de leche con la aparición de mucosidad o asma. Por ello retirar la leche d la ingesta, no tiene porqué mejorar la cantidad de mocos, pero sí va a reducir la ingesta de calcio y vitaminas A y D si no las compensamos con otros alimentos.
Tratamiento de los resfriados:
En la actualidad no hay ningún medicamento que prevenga, cure o acorte los catarros.
El tratamiento consiste en aliviar los síntomas para que el paciente esté más confortable hasta que se resuelva la infección :
Las medidas recomendadas de forma general para los niños con infecciones respiratorias son:
• Analgésicos – antitérmicos ( paracetamol, ibuprofeno …) para bajar la fiebre elevada y mejorar el dolor.
• Líquidos abundantes administrados en tomas fraccionadas para mantener una correcta hidratación que también ayuda ha fluidificar el moco.
• Efectuar limpieza nasal con suero fisiológico o agua de mar.
• Colocar al paciente en posición semincorporada para facilitar la respiración.
• Es muy importante: Evitar irritantes como el tabaco, polvo, humo….
¿Los Anticatarrales son efectivos, debemos utilizarlos?:
Son los fármacos que se usan para aliviar los síntomas de los catarros.
Hay diferentes tipos:
– Mucolíticos y expectorantes: los mucolíticos tratan de hacer el moco más líquido y los expectorantes de ayudar a eliminarlo.
Se desaconsejan en menores de 2 años por la falta de estudios de seguridad y efectividad. En los mayores de 2 años tiene pocos efectos secundarios y se han demostrado pocos beneficios.
– Descongestivos nasales: disminuyen la congestión de la nariz. Los hay de uso tópico ( gotas para la nariz) o uso oral ( jarabes /comprimidos).
No se recomiendan en menores de 6 años y deben utilizarse bajo consejo médico y durante periodos cortos de tiempo ( menos de 5 días).
Pueden producir efectos indeseables que en ocasiones pueden ser muy graves. Estos efectos habitualmente van asociados a sobredosis accidentales, uso incorrecto o interacción con otros medicamentos.
– Antitusivos: son los jarabes para calmar la tos. La tos en un mecanismo de defensa del organismo que ayuda a eliminar el moco y mejorar la infecciones. Su utilización debe estar indicada por un pediatra que valorará el beneficio respecto al riesgo según cada paciente.
Otros tratamientos:
– El Zinc puede reducir el número de catarros y los días de los síntomas.
– La Eqinacea purpúrea ha demostrado que reduce la duración y severidad de los síntomas pero en la actualidad hay pocos estudios en niños.
– La vitamina C tiene poca efectividad como tratamiento del proceso catarral, pero administrada de forma preventiva, antes de la aparición de los síntomas, reduce la duración de los mismos.
En España todos estos tratamientos no están financiados por el Sistema Nacional de Salud debido a su falta de Eficacia.
Mariola García Baeza
Especialista en Pediatría y sus áreas específicas
Coordinadora de la Unidad de Pediatría de la Clínica HLA Vistahermosa.